Eine äußerst interessante Studie des Projekts Theratalk von der Universität in Göttingen erstaunt viele Menschen. Bisher glaubten die meisten von ihnen, dass zu viel Sex Stress verursachen würde. Doch genau das Gegenteil kann nach Auswertung des Projekts der Fall sein. Praktizieren Menschen zu wenig Sex miteinander, kann die Folge hoher Stress sein.
Das haben wir schon immer gewusst, mögen sexfreudige Geister in diesen Tagen denken. Stress ist bekanntermaßen ein Lustkiller. Die Göttinger jedoch haben herausgefunden, dass Sexmangel den Stresspegel steigern lassen kann. Betroffene Paare geraten in einen beziehungsfeindlichen Strudel, aus dem sie allein kaum noch im Stande sind zu fliehen. Über 30.000 Männer und Frauen nahmen am Projekt teil. Mit dem Ergebnis, dass ein Drittel von ihnen, die maximal ein Mal pro Woche Sex miteinander haben, sich Hals über Kopf in die Arbeit stürzen. Eine Form der Frustbewältigung über das vermurkste Liebesleben unterm eigenen Dach. Je weniger im eigenen Bett - oder sonst wo passiert, umso mehr steigert sich die Arbeitswut der Betroffenen.
Wer hingegen schon zwei Mal binnen einer Woche Sex mit seinem Partner hat, der lässt es im Job entspannter angehen. Arbeitgeber mögen die Ohren spitzen und unruhig werden. Motto: Meine Leute sollten weniger Sex haben, dann leisten sie mehr. Doch es sollte in den Führungsetagen angekommen sein, dass Menschen ausbrennen und in Depressionen verfallen können. Mit entsprechenden Ausfallzeiten. Und Aktionismus ist nicht gleichzusetzen mit Produktivität. Ein sexuell aktiver und entspannter Mensch kann durchaus erfolgreich sein.
Dass ein Mangel an Sex Stress verursacht, der wiederum ein Lustkiller ist, ergänzt sich. Experten sprechen von einer Abwärtsspirale. Was für eine Beziehung auf Dauer das Aus bedeuten kann. Indikatoren sind sexuelle Frustration und Unzufriedenheit. Daher ist es wichtig, dass Paare ihre sexuellen Aktivitäten und ihre Zufriedenheit sowie ihre individuelle Befriedigung stets im Auge behalten. Besonders wichtig ist, dass man ohne Vorbehalte miteinander redet. Schweigen aus Scham oder gar aus falsch verstandener Rücksichtnahme ist ein Fehler. Wenn es zwei Menschen allein nicht schaffen, darüber zu reden und langfristig glücklich zu sein, ist eine Paartherapie zu empfehlen. Zu verdrängen, ist der Schritt ins mögliche Beziehungsende oder andere Dramen. Zurück zur Studie. Sexuell Frustrierte nehmen oft Verpflichtungen an, die sie nur schwerlich wieder loswerden. Wie Vereinsaktivitäten. Man möchte sich damit einfach nur ablenken vom akuten Sexfrust. Man hat infolge dessen weniger Zeit für die eigene Beziehung, was sich natürlich negativ auf die sexuelle Zufriedenheit auswirkt. Ein äußerst gefährlicher Teufelskreis! |
Un estudio extraordinariamente interesante del proyecto Theratalk, de la Universidad de Göttingen, ha asombrado a mucha gente. Hasta ahora, la mayoría creía que el demasiado sexo causaba stress a la pareja. El hecho, sin embargo, parece ser exactamente el contrario según las conclusiones del proyecto. El que la gente entre sí practique poco sexo puede acarrear como consecuencia un mayor stress.
Esto lo hemos sabido desde siempre, pueden pensar hoy quienes están sexualmente satisfechos. El stress, como se sabe, es un asesino del placer. Los de Gottinga han descubierto, en cambio, que la escasez de relaciones sexuales puede hacer subir el termómetro del stress. Parejas afectadas por esta situación han llegado a fracasar y a entrar en una espiral de relaciones hostiles de cuya situación apenas si son capaces de salir por sí mismas. Más de 30.000 hombres y mujeres han tomado parte en el proyecto dando como resultado que un tercio de ellos practicaba el sexo entre sí, como mucho, una vez a la semana, para irse precipitadamente al trabajo y meterse rápidamente en él. Una forma de que la frustración termine echando a perder una vida de amor bajo el propio techo. Cuanto menos cama propia, o donde sea, tanto mayor el aumento de pasión de los afectados por su propio trabajo.
Quien, por el contrario, ha tenido relaciones sexuales con su pareja dos veces en una semana, se entrega de forma más relajada al trabajo. Que los empleadores estén sobre aviso y no se queden tan tranquilos. Lema: que mis empleados tengan menos relaciones sexuales para que produzcan más en el trabajo. Puede que se llegue, no obstante, a formar parte del estamento directivo, pero que a pesar de ello la gente se queme y caiga en la depresión. Con el correspondiente tiempo de improductividad. Y al activismo no hay que confundirlo con la productividad. Un ser humano sexualmente activo y relajado puede, sin duda alguna, alcanzar un gran éxito.
A esto hay que añadir que la carencia de relaciones sexuales causa tensión y que ésta, nuevamente hay que repetirlo, es una asesina del placer. Los expertos hablan de una espiral descendente; lo que puede representar el final de una relación permanente. Los indicadores son la frustración sexual y la insatisfacción. Por tanto, es importante que la pareja esté siempre sobre aviso acerca de sus actividades sexuales y de su placidez personal así como sobre su satisfacción individual. Es especialmente importante que se hable mutuamente sin reservas. El silencio por pudor o por un falso concepto de deferencia hacia el otro es un error. Si dos personas no consiguen hablar a solas sobre este tema y sentirse durante tiempo felices, es de recomendar entonces una terapia de pareja. Hay que excluir el paso hacia un posible final de la relación o hacia otros dramas. Volver al estudio. Los sexualmente frustrados asumen a menudo determinadas obligaciones de las que difícilmente logran desvincularse después. ¡Cuántas actividades sociales! Uno dispone, por consiguiente, de poco tiempo para las mutuas relaciones, lo que, naturalmente, influye de modo negativo en la satisfacción sexual. ¡Un círculo vicioso sumamente peligroso!...
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